Leyendas cortas mexicanas. El Huay gato

En Yucatán abundan las historias en esta ocasión te compartimos la leyenda del Huay gato

Esta leyenda fue contada por Elias López de una comisaria de Tekax en Penkuyut y cuenta la historia de un niño de la comunidad al que le ocurrió un extraño fenómeno luego de ser discriminado.

En esta zona de Yucatán habitaba un pequeño que fue víctima de burlas y desprecios, esto porque todos decían que era muy feo, que parecía un animalito, porque además siempre andaba trepado en los árboles y brincando en las albarradas, nunca estaba quieto y saltaba de un lugar a otro.

Lo comenzaron a llamar box mis qué quiere decir en maya gato negro. A este niño conforme fue creciendo quiso hacer amistad con otros niños y niñas, pero nadie le hacía caso, una vez se enamoró de una chiquilla y ella lo despreció, el pequeño se deprimió tanto que no salió de su choza durante varias semanas, y cuando salió fue para adentrarse en el monte sin que nadie supiera de él.

Nadie le ayudaba a encontrar a su hijo

Su mamá se preocupó mucho y estaba desesperada preguntando a los vecinos por su chiquito, pero ellos le decían que no lo habían visto y que era mejor si había desaparecido porque era tan feo que daba miedo.

Estando el niño triste y desolado en el monto, víctima de la discriminación de toda su comunidad invocó al kisin es decir al diablo le ofreció su alma a cambio de ponerlo guapo pues quería conquistar a la niña que tanto le gustaba y vengarse de todos los que lo habían corrido.

Se apareció un hechicero y dijo que podría ayudarlo a cambio de su alma, el chamaco desesperado aceptó, y el brujo le preparó un brebaje para que tomara puntualmente con la dosis correcta, porque si se pasaba de gotas tendría que afrontar las consecuencias.

Las instrucciones eran las siguientes: Deberás tomar esta pócima en punto de la media noche en el brocal de un pozo, lo que te hará convertirte en un hermoso gato durante cinco horas.

Pensó que ya nadie se burlaría de él

Esa tarde, casi noche volvió a su casa, su madre salió corriendo a recibirlo, el niño le dijo que estaba muy feliz porque a partir de esa noche nadie volvería a burlarse de él. Esperó que diera la media noche y buscó un pozo para hacer el conjuro, pero se pasó de las gotas que le indicó el brujo, y se convirtió en el gato más hermoso de toda la región y sus alrededores, se reflejó en el espejo de agua y vio lo lindo que era.

gato silvestre

Se puso tan feliz que comenzó a dar de saltos por aquí y por allá, y por descuidado se cayó al fondo del pozo golpeándose la cabeza y quedando medio muerto atorado en una soga que caía dentro del pozo, quedó colgando por largo rato, cuando despertó no se acordaba quien era, había perdido la memoria.

Al no acordarse de nada, olvidó que antes había sido un humano, como pudo se salió de pozo muy lastimado y ofuscado comenzó a caminar sin rumbo alguno. Así estuvo durante muchos años. Era innegable que su pelaje era hermoso, los perros en lugar de corretearlo lo respetaban, las mujeres querían atrapar a ese lindo gatito, pero le dolía tanto el cuerpo que no le gustaba que lo tocaran, era un gato muy arisco.

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Su madre lo buscó incansablemente por varios años sin imaginarse que el precioso gato que a veces alimentaba era su criatura, pensó que los aluxes se lo habían llevado y un día de la tristeza se murió.

Los años siguieron su curso Huay Gato se hizo viejo, pasó de ser un hermoso minino a causar lástima, un buen día le dieron una pedrada en la cabeza y recobró la cordura, se dio cuenta que por muchos años quedo atrapado en el cuerpo de un gato.

Buscó un pozo, esperó que entre la media noche, se subio al brocal, hizo lo indicado para volver a su estado normal, cuando recobró su físico ya era viejo con mas de ochenta años, su cuerpo estaba arrugado, pero lo feo no le quitó, los niños de esa generación al verlo corrían asustados a sus casas.

Pozo artesanal

Trató de buscar su antigua casa pero todo era diferente, la gente era otra, toda la gente antigua había fallecido, la gente que lo veía se preguntaba de donde viene ese personaje, hasta que un día les confesó que aquel gato viejo que todos pateaban era él.

Como era lógico todos se burlaron nadie le creyó, fastidiado de no tener a donde ir decidió irse a un lugar muy alejado, a pedir limosna, dormía en el parque o en los bajos del palacio municipal, hasta que un día al Huay Gato se le extinguió su séptima vida.