Leyenda del Faisán y del Venado. Leyendas cortas de Yucatán

La leyenda del Faisán y del Venado es famosa en la Península de Yucatán, se dice que de ahí viene la belleza de esta tierra

Hace mucho, pero mucho tiempo, el señor Itzamná decidió crear una tierra que fuera tan hermosa que todo aquél que la conociera quisiera vivir allí, enamorado de su belleza. Lo que más tarde se llamó la Tierra del Faisán y del Venado, de donde deriva esta leyenda.

Entonces creó “El Mayab”, la tierra de los elegidos, y sembró en ella las más bellas flores que adornaran los caminos, creó enormes cenotes cuyas aguas cristalinas reflejaran la luz del sol y también profundas cavernas llenas de misterio.

Cenote San Antonio Mulix
Bellísimo cenote en San Antonio Mulix

Después, “Itzamná” le entregó la nueva tierra a los mayas y escogió tres animales para que vivieran por siempre en “El Mayab” y quién pensara en ellos lo recordara de inmediato. Los elegidos por Itzamná fueron el faisán, el venado y la serpiente de cascabel.

Los mayas vivieron felices y se encargaron de construir palacios y ciudades de piedra. Mientras, los animales que escogió “Itzamná” no se cansaban de recorrer “El Mayab”. El faisán volaba hasta los árboles más altos y su grito era tan poderoso que podían escucharle todos los habitantes de esa tierra.

El venado corría ligero como el viento y la serpiente movía sus cascabeles para producir música a su paso. Así era la vida en “El Mayab”, hasta que un día, “Los Chilam”, o sea los adivinos mayas, vieron en el futuro algo que les causó gran tristeza.

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Entonces, llamaron a todos los habitantes, para anunciar lo siguiente: Tenemos que dar noticias que les causarán mucha pena. Pronto nos invadirán hombres venidos de muy lejos; traerán armas y pelearán contra nosotros para quitarnos nuestra tierra.

Tal vez no podamos defender “El Mayab” y lo perderemos. Al escuchar las palabras de “Los Chilam”, “El Faisán” huyó de inmediato a la selva y se escondió entre las yerbas, pues prefirió dejar de volar para que los invasores no lo encontraran.

Cuando “El Venado” supo que perdería su tierra, sintió una gran tristeza; entonces lloró tanto, que sus lágrimas formaron muchas aguadas. A partir de ese momento, al venado le quedaron los ojos muy húmedos, como si estuviera triste siempre.

Venado de ojos húmedos
Venado de ojitos húmedos.

Sin duda, quien más se enojó al saber de la conquista fue la serpiente de cascabel; ella decidió olvidar su música y luchar con los enemigos; así que creó un nuevo sonido que produce al mover la cola y que ahora usa antes de atacar.

Como dijeron “Los Chilam”, los extranjeros conquistaron El Mayab. Pero aún así, un famoso adivino maya anunció que los tres animales elegidos por itzamná cumplirán una importante misión en su tierra.

Serpiente Cascabel
Serpiente Cascabel

Los mayas aún recuerdan las palabras que una vez dijo:

Mientras las ceibas estén en pie y las cavernas de “El Mayab” sigan abiertas, habrá esperanza. Llegará el día en que recobraremos nuestra tierra, entonces los mayas deberán reunirse y combatir. Sabrán que la fecha ha llegado cuando reciban tres señales.

La primera será del faisán, quien volará sobre los árboles más altos y su sombra podrá verse en todo “El Mayab”. La segunda señal la traerá el venado, pues atravesará esta tierra de un solo salto. La tercera mensajera será la serpiente de cascabel, que producirá música de nuevo y ésta se oirá por todas partes.

Faisán ave
Faisán multicolor

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Con estas tres señales, los animales avisarán a los mayas que es tiempo de recuperar la tierra que les quitaron. Ése fue el anuncio del adivino, pero el día aún no llega. Mientras tanto, los tres animales se preparan para estar listos. Así, el faisán alisa sus alas, el venado afila sus pezuñas y la serpiente frota sus cascabeles.

Sólo esperan el momento de ser los mensajeros que reúnan a los mayas par recobrar “El Mayab“.