La basílica de la Sagrada Familia, una eterna construcción

Foto de https://pixabay.com/es/photos/sagrada-familia-catedral-552084/
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El Templo Expiatorio de la Sagrada Familia recibió la segunda semana de junio la licencia de obras por parte del ayuntamiento de Barcelona (España), tras 137 años en construcción. De esta manera, la constructora encargada de los trabajos continuará el proyecto elaborado por Antonio Gaudí.

La basílica católica fue diseñada por el famoso arquitecto catalán en 1882. De acuerdo con la constructora, está previsto que las obras culminen en el 2026. Ese año se convertirá en la iglesia cristiana más alta del mundo. Actualmente, es uno de los monumentos más visitados en España y el templo más popular de Europa, tras la basílica de San Pedro (Vaticano).

¿Por qué pasaron tantos años para obtener la licencia? Pues bien, sucede que la construcción inició en el siglo XIX y la licencia se solicitó al ayuntamiento de San Martín de Provensals, que en aquel tiempo era un municipio independiente. Cuando este se anexó a Barcelona, no se pidió un nuevo permiso.

Recién en octubre de 2018 el Ayuntamiento de Barcelona y la junta constructora de la Sagrada Familia alcanzaron un acuerdo para regular la licencia del proyecto. Este se concretó cuando se dio el permiso el último 7 de junio. Ahora bien, ¿en qué consiste el acuerdo?

Según información de ambas partes, la junta constructora se comprometió a efectuar una compensación de 36 millones de euros por las molestias causadas al entorno vecinal. Con este dinero se realizarán mejoras en la zona y en el transporte. En tanto, el pago incluye 4,6 millones de euros por impuestos.

La licencia de obras señala que la altura máxima será de 172 metros y la superficie se construirá sobre unos 41 mil metros cuadrados. El templo tendrá dos plantas de sótano. No obstante, el permiso no contempla la construcción de una escalinata de acceso, por lo tanto se tendrán que derribar algunos edificios. Las obras de esta esta maravilla deben culminarse en un plazo de siete años.

Historia e importancia

La basílica es un ícono en España y Europa. De hecho, es uno de los monumentos con mayor influencia turística. Se estima un promedio de 4,5 millones de visitas en el interior y cerca de 20 millones desde las afueras. Precisamente, el incremento del turismo ha afectado el espacio y el transporte públicos.

Los inicios de construcción de este templo se remontan al siglo XIX. Luego de más de un siglo, las obras han seguido el plano original de Antonio Gaudí. Así, se han empleado distintos materiales y usado herramientas de todo tipo. De acuerdo con Herramientashoy, los instrumentos manuales han sufrido transformaciones tecnológicas importantes que han permitido acelerar los procesos de construcción. Si no fuera por su evolución, probablemente la construcción de la basílica tardaría mucho más.

Las obras iniciaron el 19 de marzo de 1882. El arquitecto catalán permaneció al frente del proyecto desde 1883 hasta 1926, año en que falleció. Los últimos 12 años de su vida la dedicó exclusivamente a la construcción de la que es considerada su obra magna. Gaudí alcanzó a ver construidas la cripta, el ábside y la parte de la fachada del nacimiento.

Desde entonces ocho artistas lo sucedieron al frente de la construcción. Jordi Faulí i Oller es el último de ellos, quien asumió el cargo en 2012. La encargada es la Junta Constructora, una entidad canónica autónoma privada que promueve su conservación.

Al término de las obras, la construcción alcanzará más de 172 metros de altura, y desplazará a la Basílica de San Pedro como la iglesia más alta del mundo. Actualmente esta última ostenta el récord con 136 metros de longitud. Tiempo al tiempo.