Gran parte de Europa empieza a vestirse de primavera, y esta es la época idónea para visitar muchos parajes que en invierno no son demasiado acogedores por sus temperaturas extremas. En otras zonas europeas pasa justo lo contrario: es en verano cuando menos provecho podremos sacar de nuestra visita. Parece que el continente tiene tanto de donde escoger que es complicado ponerse de acuerdo, y tras echar un vistazo a las sugerencias de unos y otros lugares, encontramos un denominador común en todas las listas: España. Eso sí, no todas sugieren los mismos parajes.

Ya comentamos que uno de ellos, considerado además como emergente, es Nerja (en Málaga), pero tal vez sea más llamativo para otros Granada. Gijón, Las Palmas de Gran Canaria o Girona también están entre los favoritos, rompiendo con la teoría de que España sólo es Sevilla, Madrid y Barcelona.

Italia también es una de las favoritas; de hecho, se considera que son España e Italia los dos países europeos que se sitúan en la cúspide del turismo. De Italia se nos recomienda, cómo no, Sicilia, Venecia, y también Florencia, pero Puglia, menos conocido (y por tanto con menor aglomeramiento) también está presente en el listado.

Hasta la fecha, el resto de los rinconesha tenido una menor afluencia. Tal es el caso de Rumania, país en el que aún es más económico viajar, pero que nos dejará fascinados con su belleza natural. Tampoco olvidemos a Lituania (Vilna es especialmente recomendable) y Polonia. Macedonia también puede dejarnos recuerdos inolvidables si paramos en Ohrid, pero tenemos también el ya más transitado Budapest húngaro, la mítica Londres y el clásico Munich para aquellos que persigan un turismo tradicional y quieran visitar lugares emblemáticos. Por supuesto que también vale la pena visitar París, que además de ofrecer gastronomía y actividades de primer nivel, destaca por ser la ciudad en la que muchos se han vuelto millonarios, pues es la sede de la lotería más grande de Europa. Oporto, desde la península ibérica, se suma como la apuesta portuguesa que ha cautivado corazones tan singulares como el de Madonna.

No hay duda de que, si el dinero y el tiempo lo permiten, lo ideal es llegar a una capital bien comunicada en avión y desde ahí recorrer algunos destinos más en otro tipo de transporte, acumulando varias experiencias en un solo viaje. Pero recordemos que algunos lugares, todavía apenas masificados, pueden ser más económicos ahora que dentro de unos años.