Entre los seres que rondan los montes en la mitología maya se encuentra el H-Wayak, una criatura poderosa que se vale de su gran altura y resistencia física para sembrar terror y destrucción por las noches en las cercanías de los poblados mayas.
La descripción que relataban los antiguos mayas, era de que a lejos pareciera que vemos la silueta de un hombre común, pero cuando el H-Wayak se va acercando podemos ver la gran altura del fantasma; el cual disfruta de romper los huesos a los hombres.
Una de las historias aterradoras que más se relatan es la de una desafortunada mujer, quien a media noche salió a recoger su ropa lavada al patio y vio al H-Wayak. Horrorizada y paralizada por el miedo quiso escapar, pero él y la levantó y la lanzó contra el suelo para así romperle las piernas.
Cuando el H-Wayak no consigue destrozar huesos humano, se interna furioso en el monte para quebrar con sus poderosas manos los troncos de los árboles, dejando así árboles derribados o rotos.
Físicamente el H-Wayak es un ser que camina erguido sobre sus dos piernas, su piel es aspera y muy dura con un color que se mimetiza con la vegetación del monte, despide un olor desagradable y sus brazos son largos y musculosos.
Existen versiones en las que describen a la criatura simplemente como un fantasma, el cual se encarga de atacar a las personas que deambulan por las noches.
