Viruela, 500 años de una peste que duro 60 días

La pandemia provocada por Covid-19 llegó a finales de febrero a México, desde entonces ha provocado mil 94 casos en el país, de acuerdo con información presentada por la Secretaría de Salud gasta el 30 de marzo; sin embargo, no es la primera crisis sanitaria en territorio nacional, una de las primeras fue la provocada por la viruela, que arribó a México junto con los españoles hace 500 años.

De acuerdo con diferentes fuentes históricas, como los textos de Bernardino de Sahagún, Francisco López de Gómara, Francisco Javier Clavijero y Miguel León-Portilla, así como el Códice Florentino, 1520 fue el año de la viruela en el México prehispánico. En el undécimo apartado, “Comienzo el asedio de México-Tenochtitlan”, de Visión de los vencidos, Miguel León-Portilla (22 de febrero de 1926-1 de octubre de 2019) señaló que tras la llegada de los españoles hubo un “primer presagio funesto” que se hizo sentir muy pronto.

“Se extendió entre la población una gran peste, la llamada hueyzáhuatl o hueycocoliztli, que por lo general se piensa fue una epidemia de viruela, enfermedad desconocida hasta entonces por los mesoamericanos. Una de las víctimas de este mal iba a ser precisamente el tlahtoani Cuitláhuac”, escribió el profesor emérito de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Más adelante, León-Portilla señaló que “sobre nosotros se extendió: gran destruidora de gente. Algunos bien los cubrió, por todas partes (de su cuerpo) se extendió. En la cara, en la cabeza, en el pecho. Era muy destructora enfermedad. Muchas gentes murieron de ella. Ya nadie podía andar, no más estaban acostados, tendidos en su cama. No podía nadie moverse, no podía volver el cuello, no podía hacer movimientos de cuerpo; no podía acostarse cara abajo, ni acostarse sobre la espalda, ni moverse de un lado a otro. Y cuando se movían algo, daban de gritos. A muchos dio la muerte la pegajosa, apelmazada, dura enfermedad de granos”, esto de acuerdo con los informantes de Sahagún.

El portador de la enfermedad

Las fuentes no señalan un número exacto de la población contagiada o muerta a causa de la viruela; sin embargo sí contiene datos como lo que provocó en la gente y un dato relevante: el portador del virus, quien llegó procedente de Cuba.

Verónica Ramírez, historiadora por la UNAM, explicó en entrevista que si bien está consignado en las fuentes históricas, no se hace gran referencia, “la viruela es mencionada de manera tácita”.

“Se menciona que llegó con la huestes de Pánfilo de Narváez, quien salió de Cuba, mandado por el gobernador de ese lugar, Diego Velázquez, para ir tras Hernán Cortés, quien se había salido con la intención de buscar nuevas tierras para el rey de España, pero sin permiso del gobernador, por lo que éste armó una segunda expedición para ir en su captura”, dijo la especialista.

En esa tripulación, que llegó en 1520 a las playas de Zempoala, Veracruz, también viajaba “un esclavo negro, enfermo de viruela, llamado Francisco Eguia”. “La viruela se da por un virus que no estaba presente en América, no era conocida por los indios de América en general. Fue una enfermedad importada por los españoles.

Cuando llegaron a las costas de Veracruz fueron recibidos por los totonacas y seguramente ahí ya habían manifestado algunos síntomas de manera más notable y comenzó a contagiar a la población”, explicó Ramírez.

La especialista en Historia de la Medicina en México analizó la forma de vida de los indígenas prehispánicos, la cual se caracterizaba porque vivían en comunidad, en habitaciones compartidas, y que este elemento que contribuyó para que el contagio se expandiera de forma más rápida.

“Sí se consideró un problema grave de salud y que aparentemente duró un par de meses en lo que actualmente se conoce como la Ciudad de México. Fue un problema de salud porque los indígenas, al no tener ninguna inmunización ante esta nueva enfermedad, se vieron atacados con gran brusquedad.

Los síntomas los padecieron de manera insólita, era una enfermedad que no habían visto y por supuesto no la identificaban y la resintieron en muchos sentidos, no sólo en el físico sino en el social, porque además quedaron inmovilizados para poder alimentarse”, indicó.

En ese entonces no hubo un censo de cuántas personas resultaron contagiadas y muertas por la viruela, pero las fuentes históricas contabilizan que fueron “millones de personas”. Además, Ramírez citó a López de Gómara, quien describió a la viruela como una enfermedad que provocó que en algunos poblados murieran todas las familias, mientras que en otros casos solamente quedaron la mitad.

“La ventaja en aquel entonces era que los poblados estaban alejados y a lo mejor eso ayudó un poco para que no llegara a la actual Ciudad de México tan rápido. Los indígenas tenían un conocimiento médico muy amplio, seguramente buscaron entre sus plantas medicinales algún tratamiento para aminorar la fiebre, pero las crónicas desafortunadamente no dan información en ese sentido”, señaló.

Con respecto a la forma en que los indígenas vivieron esta etapa, en Visión de los vencidos, León-Portilla escribió que “a muchos con esto se les echó a perder la cara, quedaron cacarañados, quedaron cacarizos. Unos quedaron ciegos, perdieron la vista. El tiempo que estuvo en fuerza esta peste duró sesenta días, sesenta días funestos”.

La situación fue diferente para los españoles, dijo la investigadora de la UNAM, porque en Europa era una enfermedad que se daba constantemente: “Algunos de ellos, seguramente ya habían padecido o sobrevivido a una afectación de viruela, entonces es muy probable que ya estuvieran inmunizados y por supuesto que traían anticuerpos, la vivieron en una medida más leve”.

Aprender de la historia

La viruela llegó a México en 1520; sin embargo pasaron más de 200 años para que llegara un tratamiento previo y fue hasta 1802 que Edward Jenner desarrolló la vacuna. Después, entre 1803 y 1806 se realizó la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna, encabezada por Francisco Javier Balmis. “En estos momentos es muy importante recordar esta epidemia.

En la actualidad, aunque hay muchas vacunas para prevenir algunas enfermedades, no hacemos caso hasta que nos vemos afectados. La cuarentena es una medida que se ha implementado a lo largo de la historia, pero que muchas veces no es suficiente. Tendríamos que estar conscientes de que en México los sistemas de salud no son suficientes ni suficientemente efectivos para controlar una epidemia”, puntualizó Verónica Ramírez.