Como se dijo hace mucho tiempo atrás, para poder lograr el equilibrio en la vida, debemos hacer lo posible para tener un cuerpo sano y esto sólo puede efectuarse a través de la mente; de los pensamientos y toma de decisiones, incluso de estilos de vida.
Nuestros estilos de vida determinan nuestro estado físico y corporal, siendo hechos culturales los que marcan nuestros ritmos y determinan en muchos momentos nuestro tipo de alimentación. Por ejemplo, el día a día se organiza en base a nuestra situación laboral o de estudios. En base a esos horarios establecidos ordenamos el resto de nuestro tiempo para nuestras necesidades básicas, como alimentarnos, dormir, entre otros. Muchas personas trabajan demasiadas horas y no les quedan energías para hacer lo que les gusta o algún ejercicio físico, que funciona como una importante descarga emocional.
Quizá el estilo actual en el que estamos viviendo no es el indicado para nosotros, por eso recomiendo que nos lo planteemos lo siguiente; ¿estamos viviendo en el lugar que más quisiéramos? ¿De la forma que más quisiéramos? Al viajar podemos conocer otras posibilidades, podemos ahorrar para ir a conocer nuevos lugares en nuestras correspondientes vacaciones y allí conocer otras personas que quizá llevan un estilo de vida muy diferente al nuestro.
Con el pasar de los años, el cuerpo responde a cómo fue siendo tratado a lo largo de toda su vida. Como sabemos, el crecimiento es progresivo y se producen cambios constantes en la mente y cuerpo.
Además debemos tener en cuenta que nuestro estilo de vida cambia según nuestras edades, el ritmo laboral por ejemplo, el estado físico, etc. Podemos adaptar nuestro cuerpo al entorno o puede pasar lo contrario, si durante nuestra edad adulta vivimos en una gran ciudad por cuestiones laborales o de estudios, por qué no mudarnos a un lugar más rural en nuestra vejez para disfrutar la paz? Claro que todo depende de los intereses de cada persona, para los más activos la ciudad está en funcionamiento la mayor parte de tiempo.
Según la edad y el estado físico de las personas cambia también nuestro aspecto, lo del interior se refleja en el exterior a mi parecer. Si llevamos un cuidado de nuestro cuerpo y mente durante toda la vida, mediante algún tipo de ejercicio físico que nos interese o variando y descubriendo diferentes tipos, logramos ese equilibrio. Mediante el ejercicio se logran hacer descargas emocionales y además tenemos la posibilidad de transformar nuestro cuerpo. A mi parecer no hay nada como hacer ejercicio en los paisajes naturales que nos brinda la naturaleza, al viajar a diferentes lugares podemos hacer caminatas o Trekking, salir a correr, andar en bicicleta o “Mountain Bike”, cabalgatas y muchas actividades más. Y como se dice, el ejercicio es efectivo si está acompañado de una buena alimentación.
El querer cuidar nuestro cuerpo surge en la mente y al notar los cambios a medida que el tiempo pasa, sería ideal poder aceptarlos cuando nos miramos al espejo. Muchas personas quieren evitar o retrasar la aparición de arrugas. Hay muchas cremas llamadas “anti-age”.
Las cremas de cicatricure por ejemplo, que fomentan el cuidado temprano de la piel.
Hidratarse y cuidarse de los rayos solares son los principales cuidados a lo largo de la vida. Y no hay por qué dejar de sentirse joven, aunque seamos adultos mayores, aún podemos cumplir sueños, ir a actividades, o desarrollar nuestras ideas.
En la vida además la piel se ve afectada por cuestiones del exterior que nos dejan cicatrices, como una caída, una cortadura, una operación, las estrías al estirarse la piel, etc. Estas son reflejos del paso del tiempo y de los acontecimientos también. Muchos quieren saber como quitar cicatrices de nuestra piel y sí es posible. Con las cremas que mencionamos en el párrafo anterior es posible una mejor cicatrización de las mismas.
Un mente sana tiene intereses, ganas de expandirse, conocer nuevos horizontes. Por eso las personas quieren viajar a diferentes destinos, como mencionaba en los primeros párrafos, al ir a otros lugar podemos conocer diferentes estilos de vida, probar otros tipos de alimentación, culturizarnos y lograr un crecimiento personal. Y así poder elegir mudarnos, o probar la experiencia de vivir un tiempo en otro país, o quizá simplemente irnos a vacacionar para desconectarnos de nuestras rutinas.
