Lo mejor de Barcelona

Cuando alguien llega por primera vez a Barcelona, al noreste de España, puede intuir fácilmente una integración perfecta en su estética, un ambiente cosmopolita-irreverente y, sobre todo, una necesidad por el arte, lo simbólico y la buena vida.

Barcelona está dividida en barrios que se comunican por las avenidas principales, siendo el Metro el principal medio de transporte por el que los citadinos llegan a su destino.

La ciudad nunca duerme, los bares están siempre llenos. Hay que aceptar que la “marcha” catalana es única en el mundo; las playas tienen fiesta eterna y los eventos artísticos se pueden montar en cualquier teatro o esquina. Quizá lo que haga a “la ciudad condal” (llamada así por sus habitantes) una megalópolis demasiado enérgica y al mismo tiempo irreverente es la genial mezcla de razas y culturas.

Los barrios cercanos al paseo de La Rambla —lugar preferido por los turistas, por los diversos espectáculos ambulantes— son el reflejo de una urbe que resguarda varios núcleos sociales: los catalanes empresarios, los intelectuales, los comerciantes, los artistas, los visitantes y uno que otro paria que es feliz bebiendo una buena birra.

A dónde moverse

El paseo para conocer Barcelona puede iniciar por la montaña de Montjuïc, un lugar perfecto para pasar todo el día o toda una vida. Aquí podrás asombrarte de la excelsa arquitectura del Castillo de Montjuïc, el Palacio Nacional y el Museo de Arte (con su fascinante colección gótica y románica).

Si deseas ver al equipo futbolero de casa, el Barça, acude al Estadio Olímpico de Montjuïc. También se encuentra el Poble Espanyol, que consiste en imitaciones de edificios famosos o característicos de todos los rincones de España. Por la noche, se puede observar el espectáculo de las fuentes con una bellísima diversidad de colores mientras el agua danza al compás de aquella canción que hiciera famoso Luciano Pavarotti en la Olimpiada de Barcelona 92: “Amigos para Siempre”.

Una concentración de bellos edificios medievales forma el Barrio Gótico, en la plaza de Sant Jaume. Detrás de esta plaza se encuentra la Catedral de Barcelona, en donde siempre se organizan eventos musicales de talla internacional como el de Escoles de Music, en el que la sinfónica de Barcelona se conecta con diversas sinfónicas de todo el mundo una vez al año, y tocan al unísono obras clásicas, como la novena de Beethoven.

¡Pura conectividad del Siglo XXI!

Al noroeste de la ciudad puedes encontrar el Monte Tibidabo, el sitio bíblico donde Satanás quiso tentar a Jesús ofreciéndole todo lo que había a su alrededor. Desde aquí se contemplan los Pirineos y por el lado del mar, Mallorca.

En Barcelona se encuentra lo último del diseño europeo. De hecho, varios de los fotógrafos, pintores y diseñadores más famosos del mundo han llegado a esta capital de lo visual, para empaparse de las tendencias en boga y los nuevos programas de estudios en las universidades, que son muy famosas por su alto nivel académico.

¡Rumba de la Rambla!

La Rambla es uno de los paseos preferidos ya que su ambiente heterogéneo, invadido de cafés, tiendas y restaurantes, hace que todo tipo de gente ponga lo mejor de sí para transformar lo normal en momentos mágicos, hacer de lo cotidiano lo impredecible, lo creativo; cambiar el orden por lo lúdico.

Al bajar desde la Plaça Catalunya, se dejan atrás las fachadas opulentas de bancos y los grandes almacenes para atravesar el centro del distrito del Barrio Chino, con calles laterales al final del puerto. Por esta ruta verás lugares como el mercado de la Boqueria, con bares y charcuterías, donde podrás saborear unas deliciosas tapas; el Café de l’Opera, un punto de encuentro de la alta sociedad que realmente no es tan caro; el Museu d’Art Contemporani con interesantes obras de fotografía, cine y video nacionales y de todo el mundo.

Muy cerca se encuentra la Plaça Reial, del siglo XIX, decorada con altas palmeras y farolas de hierro. Es un refugio para “locochones”, motoristas, catalanes excéntricos y cientos de personas que comen y beben al aire libre. El ambiente es relajado, cotidiano y muy bohemio.

Quizá esta zona sea una de las preferidas por los mochileros y viajeros. Su concepto es definitivamente cool. Ha sido lugar de inspiración de artistas como Joaquín Sabina y Manu Chao, a los cuales es común verlos tomando una cerveza y platicando de la vida. Tal vez este punto de la Rambla sea dónde las mentes más surreales conviven y esparcen su energía.

Hay mimos, performanceros, actores, cantantes, bailarines, estatuas vivientes y todos aquellos que quieran participar en la puesta de la fiesta eterna. Unas cuadras adelante, se visualiza el magnífico Palau Güell, obra del arquitecto Antoni Gaudí.

Este lugar es un símbolo del ensueño y la fantasía, ya que sus pabellones, escaleras, esculturas y en sí toda su arquitectura, adquiere un matiz especial por su combinación de formas caprichosas y barrocas. Sigue caminando hacia el final de la Rambla y llegarás al muelle de San Beltrán, en donde se encuentra Cristóbal Colón, en versión estatua, siempre apuntando a aquellas tierras que algún día habría de descubrir.

Es pues ésta, la Barcelona tenaz y profunda, un lugar con brío donde se gestan ideas y se conciben sueños, donde el mundo y su actividad no esperan para un mañana por que la única filosofía adscrita en esta gran ciudad es “hoy, pero que sea intenso”.

Datos útiles

Cómo llegar:

KLM, American Airlines, Aeroméxico e Iberia son las aerolíneas con mejores ofertas para vuelos desde Ciudad de México, con una escala (Madrid).

Consulado de México en Barcelona: consulmex.sre.gob.mx/barcelona Oficina de Turismo: www.barcelonaturisme.com

Clave telefónica: (00-34)

Clima: moderado de septiembre a febrero, y caluroso de mayo a septiembre.