¡Tradición y cultura de Yucatán!

El urdido de hamacas, a lo ancho y ancho de la península de Yucatán, es una labor que ha pasado de generación en generación desde hace muchísimos años, específicamente desde la época de los mayas.

Son varias las comunidades y hogares de la región que se dedican a realizar este hermoso trabajo, sin importar el género ni la edad, ya que tanto mujeres como hombres, jóvenes y grandes realizan esta labor.

Historia de las hamacas

Las primeras hamacas eran semejantes a una red de pescar y sus aberturas eran muy anchas; en este entonces eran hechas con la corteza de árboles y después fueron utilizados los hilos del soskil. Los mayas utilizaban las hamacas para dormir y poder soportar las altas temperaturas.

Con la llegada de los españoles, comenzaron a ser utilizadas también por marineros y fueron llevadas a países europeos.

Al pasar de los años el tejido se fue perfeccionando hasta llegar a las que conocemos hoy en día y se utilizaron otros hilos para su tejido, como el algodón.

Tixkokob, tierra de hamcas

La villa de Tixkokob, ubicada a 20 minutos de la ciudad de Mérida, destaca por su gran variedad de negocios familiares dedicados a la venta de las hamacas y también al urdido de ellas. Incluso, el poblado cuenta con una fábrica de hilos de hamacas.

En este lugar podrás encontrar una gran variedad de colores, así como diseños, destacando las hamacas de frutas como sandía, piña y kiwi.

De igual forma, aquí se comercializan sus variantes como las cunas, silletas y mecedoras hechas con tejido de hamaca.

Halachó y sus artesanías de palma de huano

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