Zamora tiene paisajes que quedan grabados para siempre en la memoria de quienes la visitan. Entre tantos enclaves, se puede apreciar el pueblo sumergido de Argusino, donde constantemente, turistas y habitantes contemplan la majestuosidad de la naturaleza, bajo la luz del ocaso.

Historia bajo aguas

Los habitantes de Zamora siempre tendrán presente la historia del pueblo de Argusino de Sayago, desaparecido bajos las aguas en el año 1967. Desde la capital de Zamora, se recorren varios pueblos para llegar a Argusino, disfrutando del paisaje durante el trayecto de aproximadamente 50 minutos.

Si se tiene la intención de pasar un buen rato, hay que hacer varias paradas en algunos de los pueblos, lo que resultará tan entretenido como jugar a las máquinas tragaperras online favoritas durante el viaje.

Llegar a Argusino de Sayago y conocer su historia narrada por habitantes de la zona trasfiere la nostalgia con que cuentan los acontecimientos del 17 de septiembre de 1967.

El embalse de la Almendra ocasionó que el pueblo de Argusino quedara sumergido bajo las aguas, como consecuencia del Plan Hidrológico Nacional del gobierno de Francisco Franco.

En ese entonces, 370 personas se vieron en la obligación de destruir sus viviendas para migrar a otros pueblos, con una vida y una maleta llena de una gran tristeza. Los habitantes de Argusino “se volvieron forasteros en su propia tierra”.

Muchos se negaban a destruir las casas que construyeron con sus propias manos, pero si querían ser indemnizados. Con sentimientos encontrados, derribaron el techo de sus hogares, con la cara húmeda de lágrimas. 

Sin embargo, en ellos quedó para siempre el lazo de amor y pertenencia con su pueblo de Argusino, el cual llevaron anclado en su corazón. Así, han transcurrido los años, y la historia ha sido contada a sus descendientes, los cuales no dejarán de sentir nostalgia por su terruño.

Un lugar mágico

Argusino de Sayago se ha convertido en un paraje de peregrinación y turismo. Quienes visitan el lugar no pueden dejar de sentir la magia de la naturaleza en su atardecer. Contemplar su paisaje bajo la luz del ocaso es una de las experiencias más directas con la naturaleza. Conectar con el antepasado del pueblo de Argusino, más allá del desastre acontecido, es vibrar en sintonía con la tranquilidad que trasmite ese pueblo enterrado bajo las aguas.

Observar los corchos que se alejan arrastrados por una pequeña embarcación, los cuales identifican las casas sumergidas, es uno de los momentos más tristes. Sin embargo, trae consigo una conexión energética que solo puede sentir quien lo ha vivido.  Muchos visitan el pueblo donde crecieron sus antecesores, se resisten a olvidar sus raíces, por lo que esporádicamente, visitan el lugar.

Una ermita en el sitio, en una de sus paredes reza: “Recuerdo a nuestros antepasados que están bajo las aguas. Sus descendientes”. Hay una ruta de senderismo en la zona desde la Ermita de Argusino hasta el embalse, acompañada de un paisaje asombroso.

Con este inolvidable lugar, el periodista de Sayagués, José Martín Barrigós, asegura que el nombre de la presa de Almendra pasa a ser el nombre del desaparecido municipio de Argusino de Sayago.

¿Se puede observar alguna de las casas enterradas?

No es nada fácil para los familiares de las personas que tuvieron que abandonar a Argusino observar un paisaje desolado y lleno de agua. Imaginar que sus ascendientes perdieron sus viviendas y ahora sus restos están bajo las aguas.

Cuando el nivel del embalse baja, permite observar las ruinas del pueblo de Argusino, como restos de cerámicas y otras evidencias. Solo algunas partes de las viviendas destruidas pueden ser observadas cuando baja el nivel del agua.

El cementerio es de los pocas zonas que se han mantenido intactas. En contadas ocasiones, los familiares no dudan en acudir a honrar a sus antepasados.

De igual manera, se pueden observar algunos instrumentos líticos cuando baja el nivel del embalse.

La historia del pueblo de Argusino de Sayago forma parte ancestral de la provincia de Zamora. Es una tierra llena de magia, donde los habitantes de pueblos cercanos y algunos Argusinejos, con mucha emoción, enaltecen a sus antecesores.

No se olvida a quien se muere, o en este caso, a quien desaparece  y Argusino está más vivo que nunca.