Asia y Oceanía apuestan por “burbujas de viajes” sin Europa ni América

 

Mientras Europa abre sus fronteras y empieza a dar la bienvenida a los primeros turistas, la mayoría de naciones en Asia y Oceanía mantienen mucha más cautela y sólo se plantean crear “burbujas de viajes” o corredores entre países con el virus controlado, lo que de momento excluye a europeos y americanos.

Esta política de fronteras cerradas se da, paradójicamente, en una región del mundo donde la COVID-19 ha tenido un impacto menor, en particular en los países del sureste de Asia y en Oceanía, aunque las infecciones diarias y las muertes se mantienen altas en naciones como India y Pakistán.

En la mayor parte de la región siguen suspendidos “sine die” los vuelos comerciales al extranjero y se restringen las entradas a los ciudadanos repatriados o al personal diplomático y humanitario ante el temor a una segunda ola del virus a raíz de los “importados”.

La única salida para recuperar el turismo y los viajes de negocios es la idea de un buen número de Gobiernos de crear “burbujas de viajes” entre los países con las infecciones bajo control, lo que hoy por hoy deja fuera a Europa y América.

AUSTRALIA Y NUEVA ZELANDA, PIONEROS

Australia y Nueva Zelanda, país este último que ha regresado prácticamente a la normalidad tras superar la pandemia con algo más de 1.100 infectados -incluidos 22 muertos-, fueron en los primeros en plantear un acuerdo bilateral para reactivar el turismo y los viajes de negocios entre ambas naciones.

Los Gobiernos de Camberra y Wellington han mantenido hasta la fecha varias reuniones para activar la bautizada como “burbuja del mar de Tasman”, que en 2018 cruzaron un total de casi 3 millones de personas, aunque todo apunta a que no entrará en funcionamiento antes de septiembre.

Además, un preocupante rebrote de contagios en el estado australiano de Victoria, donde se han desplegado más de 1.000 soldados para ayudar con los controles de centros de aislamiento, podría retrasar la puesta en marcha del corredor aéreo, que también podría extenderse a algunas naciones insulares del Pacífico sur.

TAILANDIA Y EL TURISMO SELECTIVO

En el Sudeste Asiático, Tailandia, un potencia turística que durante 2019 fue visitada por cerca de 40 millones de personas, es una de las más interesadas en abrir sus fronteras a países de “bajo riesgo” para reactivar un sector que supone alrededor del 12% del PIB nacional.

El próximo viernes, el Gabinete tailandés tiene previsto reunirse para decidir si permite la entrada sin restricciones de movimiento a ciudadanos de China, Japón y Corea del Sur.
También considerará la posibilidad de abrir el país de nuevo al turismo médico, si los pacientes se comprometen a pasar la mayoría del tiempo en el hospital, y a los viajes de negocios, que no estarán sometidos a cuarentena si son de menos de dos días.

SINGAPUR CON CUARENTENA

Singapur, cuyo aeropuerto de Changi es uno de los más transitados del mundo, permite desde mediados de junio la entrada de viajeros que llegan de Australia, Japón, China, Nueva Zelanda, Corea del Sur, Taiwán y Vietnam, aunque se le exige un periodo de aislamiento.

Vietnam, un país alabado por su rápida reacción contra el virus y donde no se ha registrado ningún muerto con la COVID-19, planea iniciar en julio vuelos a Japón, Taiwan, Corea del Sur y la ciudad china de Guangzhou, al considerar que la propagación del virus se ha cortado en esas zonas.

“No hace falta apresurarse para abrir las puertas”, apuntó este miércoles el primer ministro vietnamita, Nguyen Xuan Phuc, quien precisó que acelerar la apertura de fronteras al turismo internacional puede llevar a una segunda oleada de infecciones, aunque sí dejarán entrar a cuentagotas a inversores y trabajadores cualificados.

Por otro lado, Camboya ha reabierto completamente sus fronteras, aunque de momento mantiene unas duras restricciones de movimiento para los visitantes foráneos.

JAPÓN, PASO A PASO

A mediados de mes, el Gobierno de Japón indicó que comenzará a levantar “paso a paso” la prohibición de entrada de personas procedentes de más de un centenar de países, aunque teniendo en cuenta cómo se está controlado la pandemia en cada una de las naciones.

El Ejecutivo nipón anunció el pasado día 19 que Vietnam, con quien las conversaciones están más adelantadas, será uno de los primeros países beneficiados por estas medidas, que más tarde se ampliarán también a Tailandia, Australia y Nueva Zelanda, aunque sin informar a partir de cuándo.

COREA DEL SUR, CONGELACIÓN DE VISADOS

Pese a no haber cerrado sus fronteras, Corea del Sur, que admite que está luchando contra una segunda ola de contagios, ha congelado la concesión automática de visados y obliga a todo que entre a permanecer 14 días en cuarenta, con excepción del corredor aéreo que activó a principios de mayo con China.
Esa “burbuja”, que Seúl podría acordar también pronto con Indonesia, solo funciona entre determinadas ciudades y obliga a hacer un seguimiento médico de los viajeros desde los 14 días anteriores al viaje, además de incluir en destino una cuarentena de 48 horas y un último test obligatorio.

CHINA CERRADA A LOS EXTRANJEROS

En China, donde los expertos creen que surgió el virus, el brote de infectados registrado la semana pasada en Pekín ha vuelto a desatar las alarmas tras la relajación progresiva de las medidas de prevención y limitación de movimientos que tomó el gigante asiático.
En todo el país sigue también vigente el veto, iniciado el 28 de marzo, de entrada a los extranjeros, incluso para los residentes en China, salvo algunas excepciones.
Esta medida se tomó para atajar el continuo goteo de casos registrados provenientes del exterior, la gran mayoría de ellos relacionados con chinos que regresan desde otros focos del coronavirus.

No obstante, se ha establecido una “vía rápida” por la cual pueden ingresar a China determinados trabajadores y ejecutivos procedentes de países como Corea del Sur y Alemania.

En la ciudad semiautónoma de Hong Kong sólo pueden entrar desde el pasado 1 de junio los extranjeros residentes -deben pasar una cuarentena de 14 días en lugares designados por las autoridades-, al igual que en Taiwán, que cerró las fronteras el pasado 19 de marzo para los no residentes.

UNA LEJANA VUELTA DE TURISTAS A INDIA

En el Sur de Asia, donde algunos países como India, Pakistán y Bangladés continúan registrando miles de infectados al día, el regreso del turismo aún se ve como algo lejano, con excepción de Sri Lanka, el único país de la región que ha oficializado nuevas medidas para el sector con la reapertura controlada de fronteras el 1 de agosto.

Para viajar a Sri Lanka, uno de los principales destinos turísticos de Asia, los visitantes deberán presentar un certificado médico reciente con resultado negativo de la COVID-19 y además someterse a varias pruebas de coronavirus durante su estancia.

Maldivas, uno de los principales destinos del turismo de lujo, reabrirá sus playas a los turistas el próximo 15 de julio, una reapertura que busca reactivar la economía del archipiélago y que vendrá acompañada de escasas restricciones y pruebas puntuales de COVID-19.- Con informaci´´on de EFE

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