Los mexicanos mantienen su presencia también en Holanda

 

La población mexicana se mueve alrededor del mundo y copa otros países tanto de dentro del continente Sudamericano, como en Estados Unidos e incluso en países de Europa. Así lo indican los datos proporcionados por el Instituto de Mexicanos en el Exterior (IME), un organismo encargado de seguir la pista de los ciudadanos de nacionalidad azteca por todo el mundo. Sus informes revelan que Estados Unidos es el país con diferencia en el que más mexicanos viven, mientras que el primer país europeo que aparece en la lista es España y el primer americano Guatemala. La repartición se lleva a cabo por todo el mundo.

Es más, tras el territorio español, del viejo continente hay que destacar Alemania, Italia, Reino Unido y después Holanda. Puede parecer extraño, pero en los Países Bajos también hay una pequeña comunidad de nativos que se ha ido haciendo cada vez más grande con el paso de los años. Y eso que el Reino no es precisamente uno de los países más acogedores en cuanto a inmigrantes, pero las oportunidades que ofrece para labrarse un futuro atraen a cualquiera. Con una población de 17 millones de habitantes aproximadamente, la tasa de paro es del 3,5%. Lo que para otros sería todo un lujo, para ellos es rutina.

La tierra de los tulipanes es de las más ricas y avanzadas de Europa y eso se deja notar en la economía de sus lugareños. El salario mínimo está en torno a los 1.400 euros, mientras que la media se sitúa en unos 4.000€. Como consecuencia, también la vida es más cara, pero eso no es un problema para aquel que quiera experimentar y no tenga reparo en trasladarse desde su tierra natal. Y los mexicanos poco a poco han ido rompiendo barreras y acercándose a ciudades como la capital Ámsterdam, Rotterdam, Utrecht o Eindhoven. Todas ellas son las más pobladas y las más seleccionadas para vivir.

Entre esas ciudades se ha repartido el enclave mexicano existente entre tanto neerlandés y que se ha ido acercando a las 4.000 personas en la última década. La mayoría se encuentra en la capital, donde se concentra un turismo masivo, un problema para el que buscan alternativas en el país. Y eso que las condiciones que se imponen son duras para los extranjeros. No hay persecución como se podría decir que existe en Estados Unidos, pero las instituciones exigen unos mínimos muy concretos para poder residir de forma legal. Quizá lo más problemático sea el idioma, complicado de aprender y muy necesario para poder encontrar un trabajo, aunque un buen nivel de inglés también sirve. El gran problema es que México no va sobrado en ninguno de estos aspectos.

 

 

El último informe EF EPI 2019, en el que se mide el índice de dominio de inglés de casi 100 países de todo el mundo, reveló que México continúa su caída en el ranking y vuelve a empeorar en su nivel en el idioma anglosajón. Sin embargo, mientras que en la República el idioma se devalúa año a año, en Holanda la situación es bien diferente y actualmente es la que mejor nivel tiene según estos datos. Eso indica la exigencia que hay, aunque la Comunidad Mexicana en Holanda no hace más que recibir peticiones desde la tierra natal para poder llegar hasta Países Bajos.

Una comunidad creada sobre todo por mujeres, mujeres que en los inicios del siglo XXI se casaron con nativos holandeses y a partir de ahí han ido abriendo camino y encontrándose con otros aztecas en esta tierra. Al parecer, los hombres tulipanes son así. En los años 90 fueron muchas las féminas asiáticas que llegaron desde regiones como Indochina, motivadas por una relación personal con algún ciudadano neerlandés. Como todo va por rachas, México fue otro de los países en el que estos atrevidos pusieron el punto de mira y de esa forma provocaron la llegada de expatriados a su nación.

También los programas de intercambio de alumnos y las posibilidades universitarias que ofrecen los centros escolares holandeses han tenido mucho que ver. Gente joven se ha aprovechado de proyectos interesantes y becas de estudio para mexicanos que quisieran desplazarse hasta este punto de la geografía europea. Ambos países han trabajado juntos para hacerlo posible y han motivado que los ciudadanos aztecas tengan actualmente un muy buen nivel de vida en el país.

Los mexicanos residentes en Holanda afirman que todo comenzó a través de un grupo de Yahoo! En él se intercambiaban impresiones entre los aztecas que se habían desplazado o que estaban viviendo en Holanda. Y raíz de esto se empezaron a organizar reuniones entre ellos para hacer comuna y rememorar las fiestas que anteriormente ya celebraban en México. La fama de esta comunidad es precisamente de ser fiestera y es por eso por lo que en estas reuniones acabaron participando también holandeses y personas de otras nacionalidades. Hace ya varios años que se establecen dos días fijos de los 365 que tiene un año para este tipo de eventos, que además son promovidos por la embajada de México en Holanda. En ellos se toma contacto con la tierra natal y se fraguan nuevas relaciones personales. Todo un lujo para Holanda.